domingo, febrero 09, 2014

EL CAMINO DE LOS PASOS PELIGROSOS

Cualquier teatrero o fanático del teatro en Guadalajara, Jalisco, sabe quienes son Mauricio Cedeño, Gabriel Álvarez, Andrés David y Mosco Aguilar. Para los lectores que no lo saben, se trata de unos de los mejores artistas escénicos que ha dado la ciudad.

EL CAMINO DE LOS PASOS PELIGROSOS es una obra de teatro escrita por el canadiense
Michel Marc Bouchard, llevada a la realidad por un equipo que ellos cuatro lideran.
Con trabajo de respaldo en donde se incluyen varios hitos del teatro local, la obra no necesitaba de demasiada publicidad (al menos entre el grupo teatrero) para agotar sus localidades en su estreno, que se llevó a cabo el sábado 8 de febrero a las 8:30 de la noche en el Teatro Experimental.

Con gran expectativa, el público entra a la sala de teatro. En el escenario puede verse un enorme e imponente dispositivo escénico en donde los actores, o mejor dicho, los personajes, están ya viviendo. Es una estructura gigante, monolítica, sólida, de líneas duras y oscura que se asemeja a un risco. Los actores están separados por esta especie de precipicio.
Se trata pues de una estructura al estilo "Mosco", quien además de director, es escenógrafo, y se caracteriza por idear maneras poco convencionales y creativas de llevar a cabo los trazos de sus escenas, involucrando la construcción de dispositivos escénicos, algunas veces con más éxito que otras.

Foto Cortesía del Facebook de Mauricio Cedeño

Las preguntas que siempre me hago cuando voy al teatro a ver una obra que se que dirigió o tuvo escenografía a cargo de Mosco son: ¿la escenografía y lo plástico será unitario con la historia que cuenta y su discurso?, ¿el afán y los logros plásticos se equipararán con los logros en los actores?
Ya que es un riesgo poner atención tanto a una cosa que se termina descuidando la otra, y esto hace preguntarnos al final de la obra: ¿qué es el teatro para cada uno?, ¿cómo debería ser el teatro para cada quién?, en vez de pensar en lo que el texto y la postura de dirección querían decirnos.

La obra inicia de una manera muy solemne, ni siquiera con una tercera llamada.
En mi opinión, los actores están en un tono realista, conjugado con una situación y entorno surrealistas. Tres hermanos se han accidentado en "la curva", en un extraño limbo, los tres comienzan a decirse las verdades oscuras y ocultas durante todas sus vidas.
La combinación de estilos y formas entre lo actoral y lo escenográfico es interesante y se complementa a su vez con el texto y su discurso. Mediante este riesgo, llevan perfectamente a la realidad la esencia del texto.

El montaje es arriesgado también en sus trazos, los actores tienen que combatir todo el tiempo con la escenografía, que está diseñada como un gran obstáculo, empero, la puesta en escena tiene relación semiótica directa y fina con el combate verbal y el juego de poderes entre ellos.
Es una obra para voltear a ver todo el tiempo a diferentes lugares, observar acciones y reacciones a placer y decisión propia.
La habilidad física de todos sorprende. La obra fluye con la mejor coordinación, acción, reacción y fe escénica entre ellos.

El diseño sonoro envolvente logra añadir una capa más a la sensación física que debe causar el lugar surreal en el que los hermanos, y la audiencia, se encuentran.
Mediante el sonido excelentemente diseñado por Amad Araujo se causan sensaciones físicas.
El único comentario negativo en este sentido es que en la función de estreno tal vez debieron subir un poco más al volumen, ya que costaba trabajo y especial atención percibirlo. Debería escucharse todo sin ningún esfuerzo especial.
La iluminación también se une y convierte a la experiencia en totalmente atmosférica.

Los tres actores hacen un gran equipo. Es notorio desde el principio que uno mira actores de gran técnica y tablas.
Gabriel Álvarez, a quien yo solamente había visto en cortometrajes y videoclips, y recuerdo vagamente haber visto en Timboctou, con lo que para mi gusto no fueron muy memorables resultados, esta vez me sorprendió mucho, dejándome con la boca abierta.
Su actuación está precisa y excelentemente bien fundamentada, con su trenes de pensamiento y sentimientos perfectamente sólidos, sin caer en vicios de ninguna clase.
Realmente es capaz de camaleonizarse y vivir al personaje, desapareciendo él mismo.

Mauricio Cedeño, excelente, como siempre, aporta a la obra una dosis de relajación, después de varios minutos de intensidad en el texto. Siempre en tono, siempre en personaje, también hace un gran trabajo camaleónico.
Mi único comentario negativo al respecto va mas bien hacia la dirección: Me parece que a la obra le falta aligerarse un poco, es muy intensa todo el tiempo, y el personaje de Cedeño tiene la posibilidad de relajarla, como ya puede notarse en el montaje. Además, carga con el discurso de la obra.
En mi opinión, se quedaron cortos en este sentido y el personaje no alcanza a tener la carga y empatía que debería tener con el público por haberlo mantenido en un tono más bajo del que probablemente debería tener. Esto se ve acentuado por el hecho de que el público durante mucho tiempo espera que ese personaje accione, y cuando finalmente sucede, la expectativa no es satisfecha por completo. El personaje además tiene la capacidad de hacer eso, debido a su construcción desde el texto, de una manera perfectamente justificada.
Pienso que deberían mejorar esto, ya que, por el momento aún se siente como un bosquejo de lo que debería ser.

Andrés David, uno de mis actores favoritos de Guadalajara, por su capacidad de transformación también hace un muy buen trabajo con su personaje.
Sin embargo, los que lo hemos visto en otros trabajos, sobre todo sus más recientes como Loco Amor Viene, podemos ya observar modismos repetidos en habla y la expresión corporal.
Lamentablemente, al actor ya se le notan mucho algunos vicios en los que debe trabajar.
El personaje, si bien está en tono igual que los otros dos y tiene un gran sentido del ritmo, acción-reacción con ellos, parece necesitar hacer un poco más de trabajo, para que camaleonice también.

Con una duración de una hora y media, desarrollándose en teatro arena, con el público mirando hacia arriba todo el tiempo, puede resultar difícil de ver por incomodidad de cuello y espalda.
Sin embargo, al tener un sentido simbólico el hecho de mirar a los actores arriba de nosotros, por ser tan envolvente y fuera de lo común, tener una calidad de texto, actuaciones, escenografía a nivel plástico, diseño sonoro y lumínico tan bien diseñados y certeros en causarle sensaciones a la audiencia, no cuesta ningún trabajo verla de esa manera.

Es un trabajo escénico totalmente unitario entre sus partes. No hay nada que le sobre. Creo que esto es el mayor halago que se puede hacer a una obra artística.
Es incluso un ejemplo muy preciso de la unidad Aristotélica, porque la historia se desarrolla en un solo lugar de formas muy ingeniosas, donde el estudio psicológico y los límites de los personajes se ponen a prueba, comprobando que pueden hacerse los estilos clásicos con formas innovadoras y creativas.

Es obligatorio verla para las personas que gustan del teatro de calidad, corazón y los artistas que siempre están queriendo sobrepasar sus límites.
Sobrepasar los límites con honestidad: la cualidad más alta de un artista.

Si en la primera función alcanzaba esta madurez, una vez que corra con juego y disciplina, me parece que llegará a lugares muy altos, lejanos e insospechados.
Que cuenten conmigo para asistir a la última función de la temporada, a ver cómo ha resultado la magia de las funciones.

Mientras tanto, todos a verla al Teatro Experimental de Jalisco.
Sábados 20:30 horas.
Domingos 18:00 horas.
A $100 pesos general y $80 pesos con descuento de estudiantes e INSEN.


Excelente. Recomendadísima. No se la pierdan.

Apenas vamos entrando al año 2014 y ya puede saberse que será uno de sus mejores montajes.


1 comentario:

  1. Muchas gracias querido Mau por tus comentarios! Me parecen todos muy objetivos! Un abrazo enorme para ti!

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