jueves, junio 05, 2014

CAÍN Día 3: APARTE y UNA HISTORIA DE AMOR EN BERLÍN

Después de un energético y exitoso segundo día con la función de Derretiré con un Cerillo la Nieve de un Volcán, el Encuentro de Teatro CAÍN bajó un poco la espectacularidad para volverse a acoger en sus sedes clásicas principales: Casa Inverso y el Teatro Estudio Tres23, para los pequeños formatos.

La jornada del encuentro dio inicio para el público a las 6 de la tarde en Casa Inverso con la obra Aparte, del Colectivo Alebrije proveniente de la ciudad de León, Guanajuato.
El folleto, al igual que el día anterior, también indica que se trata de teatro documental.

En una tarde aún calurosa e iluminada se reúne una moderada cantidad de personas para ver el nuevo trabajo del mismo colectivo que organiza el ya famoso festival La Comuna en sus ciudad de origen y que el año pasado también participó en CAÍN con The Road to el Fin del Mundo, una obra que se desarrollaba en un camión de pasajeros.
Se esperan sorpresas.

Minutos después de las 6, el público entra a la calurosa sala de Inverso, con ventiladores encendidos a los lados, los tres actores ya nos esperan, sentados en el piso, interactuando con algunos objetos.


La obra comienza sin tercera llamada, ya toda una costumbre en el pequeño formato al parecer. Funciona muy bien porque le quita solemnidad a la interacción con el público, una buena decisión además que tiene que ver con el espacio. Podemos sentir a los actores, su energía y su presencia justo frente a nosotros, como tres amigos que nos están contando algo con mucha pasión.

Y si de energía y pasión hablamos, vaya que en esta obra se pintan solos.




Desde el principio, las energías de los tres son muy elevadas y nunca bajan hasta que se termina la obra. Un gran acierto que puede cimbrar hasta la audiencia, sin embargo, la obra tarda un poco en establecer su tema, en decirnos de qué se trata realmente.
Cuando finalmente sucede, se nos cuenta el punto de vista personal del colectivo sobre la ciudad de León, Guanajuato; la cual asumen como su ciudad: es un lugar marcado por la desigualdad social, la fe católica, la violencia y el desapego de las políticas ante el bien común y las tradiciones. Una tesis sobre resquebrajar y apartar clases sociales y trabajadores, sus formas de vida y costumbres de la ciudad donde nacieron y crecieron, donde tienen a sus familias y amigos.
Curiosamente, veo que ahora hay algunos grupos y obras de teatro preguntándose e intentando hacer documentación y reflexión sobre sus ciudades, como por ejemplo Encuentros Secretos de Aristeo Mora, algo completamente distinto, pero que tiene esa misma inquietud. (http://laguaridadelcritico.blogspot.mx/2014/02/encuentros-secretos.html)
Uno se hace preguntas sobre la necesidad de hacerse estos cuestionamientos y las tendencias actuales en el teatro.




La obra entonces hace saltos hacia otras líneas de ideas relacionadas. Las familias, la relación y recuerdos de los actores con ellas, los barrios donde se creció, conjuntos de anécdotas.
Todo esto mediante diferentes y muy variados recursos escénicos, tales como proyecciones en la pared, grabaciones de entrevistas y situaciones en video, música -algo arrabalera, pero intencionalmente, hay que decir- en un despliegue de actividades lúdicas que van desde invitar una cerveza al público, saltar la cuerda, bailar  terriblemente "Dónde estabas tú" de Benny More al estilo de Tin Tán, hasta que el público le aviente lechugas a los actores por un mal desempeño.






Se trata de una obra marcada por el movimiento continuo y la energía física.
Lamentablemente, el movimiento es solamente narrativo y tiene una muy débil estructura dramática o discursiva ante el documental que pretendían montar. Cuando parece que el discurso va a avanzar, hay algo que lo detiene o lo hace retroceder, las ideas no se desarrollan adecuadamente y se regresan o truncan para pasar al siguiente dispositivo escénico. Estos son tantos, tan variados y tan enérgicos que, sin tener una línea argumentativa clara, pueden distraer y confundir al espectador, de tal suerte que lo que el grupo quiere decir con la obra sea ambiguo o no se entienda, hay también algunos problemas con el ritmo de la obra, mas que nada cuando se pone material audiovisual en pantalla, este puede durar demasiado y al estar hecho de manera sencilla e improvisada, también es visualmente poco atractivo, por lo cual corta el ritmo y uno se puede distraer, incluso pensando que todos estos recursos están siendo usados para ganar tiempo.
La actoralidad tampoco parece estar bien definida, en momentos no se sabe si lo que se está viendo es intencionado o no, dentro de la propuesta del actor-actor, no actor-personaje.
Al final, lo que el grupo quería manifestar sobre su ciudad queda poco claro, se siente aún como un bosquejo de algo que quieren decir, en un ambigua anécdota con muchas líneas de información con la cual es difícil conectar emotivamente.




Después de ver una obra energética, noble y bien intencionada, de un grupo joven, práctica y notoriamente nuevo al que aún le falta camino y búsqueda, pero que está haciendo teatro diferente y buscando nuevas formas en una ciudad con casi nula actividad y reconocimiento teatral, nos movemos hacia el Estudio Tres23 para ver la obra del grupo anfitrión del encuentro Una Historia de Amor en Berlín.

Si bien, esta obra es de pequeño formato también, tenerlas programadas el mismo día sirve para demostrar las enormes posibilidades que pueden hacerse con él. Mientras que la primera fue un experimento escénico documental, esta se trata de una dramaturgia original, narratúrgica con una estructura clásica.
Me parece muy importante señalar el hecho de que se trata de un texto original, ya que en Guadalajara hay muy poca gente que escribe teatro y creo que es sumamente necesario para ampliar el panorama artístico.


La obra, que trata sobre un actor treintañero y una cantante de la misma edad, que acaban de terminar con sus parejas, enamorándose, pero descubriendo que en el amor hay muchas vertientes que tienen que ver con la vida, la muerte, la aceptación, el presente y otros conceptos que solo en alcanzar la madurez pueden entenderse.
Una obra dramática a todas luces personal de su escritor y director Manuel Parra, actuada por Paloma Padilla y Olaff Herrera, quien además no repite la fórmula de sus obras anteriores.
En su función de estreno, a la cual asistí, escribí una crítica (http://laguaridadelcritico.blogspot.mx/2014/02/una-historia-de-amor-en-berlin.html) en donde hablé sobre las deficiencias en el segundo acto que se alargaba demasiado y en la actriz que no alcanzaba las caracterizaciones de los varios personajes que interpretaba. En esta ocasión, pude ver un avance considerable en esos dos aspectos. Da gusto ver que la obra mejoró.





Creo que lo mas meritorio de esta obra es el hecho de atreverse a escribir una historia personal, sacar demonios, generar reflexiones y compartirlas en base a experiencias personales. Una de las características que vuelven arte al arte, en lugar de hacer algo, que también me parece muy válido, pero no tan valiente: montar obras de dramaturgos reconocidos o clásicos.
El contenido nuevo siempre será bienvenido y más aún cuando es tan honesto.
Es de celebrarse que haya autores que lo hagan, pienso que es un derecho hacerlo y un talento muy especial poder ejecutarlo que eleva el capital artístico de la ciudad. También es bueno que ya no haya que pedir permisos para contar lo que uno quiere.
Se trata de una obra melancólica, para reflexionar sobre la condición del amor que damos y recibimos, pero con toques de humor ácido y satírico. Puede ser un espejo de lo que todos hacemos y eso causa risas y tristeza.


Como dije en mi crítica anterior, otro acierto es su casting: una pareja en la vida real con una química natural que le aporta a la obra algo que probablemente no tendría de no ser así.


Algunos puntos negativos que afectaron la función fueron una de las fotógrafas oficiales del Encuentro, tan bonita como imprudente, utilizó flash para tomar sus fotos antes la poca luz de la sala, afectando la experiencia para actores y público. Afortunadamente una de las organizadoras la detuvo casi de inmediato.
Un problema técnico con un proyector que no se resolvió, al estar por primera vez fuera de su sede original, le redujo potencia al clímax, causando una sensación baja de energía hacia el final.  Algo muy lamentable.


El siguiente día también será doble. En Inverso a las 6 Ensayo de Luces Striptease y a las 8 El Camino del Insecto en Tres23

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